viernes, 16 de junio de 2017

Lecto- escritura




La conciencia fonológica

  Maia, una niña de 4 años, generó una explicación maravillosa de por qué a veces los niños no reconocen los sonidos que forman las palabras:
Una noche, mientras su mamá cocinaba, Maia se puso a elaborar una lista de compras con las letras imantadas que había en la heladera de su casa. Cuando quiso escribir la palabra TE, puso solamente una T. La mamá le dijo que para escribir TE tenía que agregar una E. Maia la miró algo sorprendida pero agregó la E. A la mañana siguiente, mientras desayunaba, Maia le comentó a su mamá: “¿Sabés por qué yo no puse la E ayer? Porque yo digo así rapidito, té. Pero si digo despacio téeee, ahí pongo la E”.
Analizando sus propios procesos cognitivos, Maia, a los 4 años, entendió algo que a la psicolingüística le tomó décadas comprender: el mayor desafío a la hora de aprender a escribir no pasa por conocer las letras sino por identificar los sonidos que componen  las palabras orales.  Esa habilidad se llama conciencia fonológica.

  
Veamos cómo una maestra ayuda a una niña a escribir palabras en el marco de un programa de apoyo a niños a los que les ha costado mucho aprender a leer y a escribir (Propuesta DALE!). La maestra y la niña estuvieron haciendo un juego con dibujos en el cual los nombres de muchas de las palabras empezaban con el sonido /mmm/. En el video se ve el momento en que van a comenzar a escribir algunas de esas palabras.  Interesa especialmente mostrarles el trabajo oral que hace la maestra para ayudar a esta niña que, en forma independiente, no puede escribir una sola palabra completa.

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